La discusión sobre los ejemplos de Aparatos Ideológicos de Estado (AIE) se enmarca en la teoría de Louis Althusser, la cual busca explicar la reproducción de las relaciones sociales de producción a través de la ideología.
El Concepto General de AIE y su Mecanismo
Según Althusser, el Estado se compone de un Aparato Represivo de Estado (ARE) centralizado, que funciona predominantemente mediante la violencia (ejército, policía, prisiones, tribunales, etc.), y una pluralidad de AIE que operan predominantemente mediante la ideología.
Los AIE son realidades institucionales diferenciadas y especializadas que, a diferencia del ARE, se mueven principalmente en el dominio privado (iglesias, sindicatos, partidos políticos, algunas escuelas).
Aunque los AIE funcionan masiva y predominantemente por medio de la ideología, utilizan secundariamente la represión de forma atenuada, disimulada o simbólica (como sanciones, exclusiones o selección en escuelas e iglesias).
La unidad de los diversos AIE, que son múltiples, distintos y relativamente autónomos, se garantiza por la ideología dominante, que es la de la clase dominante.
Ejemplos Canónicos de AIE según las Fuentes
Las fuentes proporcionan una lista exhaustiva de las instituciones que Althusser identifica como AIE, destacando la diversidad de esferas que abarcan:
- AIE Escolar (Educativo): El sistema de las distintas escuelas (públicas y privadas). Este es considerado el AIE dominante en las formaciones sociales capitalistas maduras. Su importancia radica en que no solo transmite conocimientos técnicos, sino que inculca las reglas del sistema y la sumisión a la ideología dominante (como puntualidad, eficiencia, obediencia, responsabilidad, y reconocimiento a la autoridad). Es el aparato más eficiente para el sistema capitalista debido al tiempo que los agentes pasan expuestos a su ideología.
- AIE Familiar: Mencionada repetidamente y considerada fundamental para la reproducción de las relaciones de explotación, pues inculca normas y valores que sirven de "caldo de cultivo" para la explotación sin oposición. Althusser lo consideraba "el más terrible, horroroso y más espantoso de todos los aparatos ideológicos del Estado". La pareja escuela-familia se señala como el aparato ideológico dominante.
- AIE Religioso: El sistema de las distintas iglesias. Aunque fue el dominante en el modo de producción feudal, sigue siendo un AIE en el capitalismo, aunque con un rol menos central que la escuela.
- AIE Político: Incluye el sistema político y sus distintos partidos.
- AIE Sindical: Los sindicatos se consideran AIE porque, aunque buscan mejorar el orden existente, nunca lo cambian.
- AIE de la Información: Incluye prensa, radio, televisión, etcétera.
- AIE Cultural: Abarca literatura, bellas artes, etcétera.
- AIE Jurídico.
Expansión y Contexto Moderno de los AIE
En la actualidad, se observa que los AIE no solo se mantienen, sino que se multiplican conforme se desenvuelve la globalización. Las instituciones que configuran la industria cultural (cinematografía, entretenimiento y publicidad) son ejemplos de esta multiplicación.
En un análisis moderno, se argumenta que los medios de comunicación han evolucionado más allá de ser simplemente aparatos ideológicos del Estado para convertirse en aparatos ideológicos del gran capital, sirviendo a los intereses de las grandes corporaciones y élites económicas. Estos medios convierten la información en una mercancía, y su inercia empresarial les lleva a amplificar ciertos mensajes y a silenciar voces disidentes.
El Mecanismo: Ideología e Interpelación
Los AIE materializan la ideología, que no es solo una cuestión de ideas, sino de prácticas, rituales y actos. La ideología en general es eterna y omnihistórica, y su función central es constituir a los individuos en sujetos.
Este proceso se realiza mediante la interpelación ideológica, la cual transforma a los individuos en "sujetos" que se reconocen como libres, conscientes y responsables de sus actos. Esta es la doble acepción del sujeto: libre (subjetividad) y sometido (sujeción). El reconocimiento (que es el efecto ideológico fundamental) es una relación necesariamente imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia.
La eficacia de la interpelación es que el individuo, al reconocer el llamado (como en el ejemplo de la interpelación policial: "¡Eh, vosotros, allá!"), se somete "libremente" al Sujeto (con mayúscula, por ejemplo, Dios, el Deber, la Justicia, la Patria) y, por lo tanto, a la ideología dominante.
Debate: Desafío a los AIE y los "Malos Sujetos"
La teoría de Althusser sugiere una fuerte eficiencia en la interpelación y la sujeción, garantizando que los sujetos "marchan solos". Sin embargo, el análisis de los AIE abre un espacio para el debate sobre la resistencia y los "malos sujetos".
- Violencia secundaria en los AIE: Los AIE como la escuela y la iglesia utilizan la represión para adiestrar mediante métodos como las sanciones y exclusiones. Esto implica que no todos se someten pasivamente.
- El caso de Pluma: La lectura de la obra Pluma y la tempestad debate directamente la eficacia de los AIE. Pluma se encuentra con representaciones de varios AIE (familiar, sindical, educativo, cultural, político). Por ejemplo, el AIE familiar aparece en la Escena 1 con los padres discutiendo. El Rufián actúa como una extensión del AIE familiar-escolar, intentando transmitir la ideología mediante el dominio del discurso, pero recurriendo a la represión física para callar a Pluma. El Aparato Represivo Estatal (ARE), representado por la Policía, usa la represión predominantemente (imperativos como "¡Cállate o te rompo la cara!") y la ideología secundariamente.
- Falla de la Interpelación: Pluma desafía, contiende y se opone a estos AIE, terminando por desbordarlos. La razón crucial es que la ideología nunca lo (la) atrapa, porque nunca lo (la) interpela.
- Los Malos Sujetos: Althusser reconoce la existencia de los "malos sujetos" que no responden al llamado o lo problematizan. Estos son aquellos en los que las prácticas ideológicas no han sido efectivas y que se identifican con ideas, valores y normas contrahegemónicos, disidentes y subalternos. Estos sujetos "malos" o revolucionarios son posibles, lo que demuestra que existen cambios y tomas de posición que cuestionan lo dominante, aunque la ideología siempre existirá.
A pesar de que el mecanismo de interpelación ideológica implica una garantía de sujeción que parece cerrar la posibilidad de resistencia, la necesidad de recurrir al ARE para corregir a quienes no quieren ser sujetados y el reconocimiento de sujetos revolucionarios sugieren que el campo ideológico es, en última instancia, un campo de disputas políticas por excelencia.
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