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lunes, 8 de julio de 2024

Grandes "Yo nunca dije eso"


 

Estas anécdotas sobre Julio César, Napoleón Bonaparte y Winston Churchill no son verificables con certeza histórica, aunque son populares y suelen citarse para ilustrar la admiración y la ambición de estos líderes históricos. Aquí tienes un análisis de cada una:

  1. Julio César diciendo "Algún día seré como Alejandro":

    • Existe una historia contada por Plutarco en "Vidas Paralelas" que relata cómo Julio César, al ver una estatua de Alejandro Magno en Cádiz, lloró. Al ser preguntado por qué lloraba, César respondió que lloraba porque, a su edad, Alejandro ya había conquistado un gran imperio, mientras que él no había logrado nada significativo. Esta historia refleja la admiración de César por Alejandro y su deseo de lograr grandeza.
  2. Napoleón diciendo "Algún día seré como César":

    • Napoleón admiraba profundamente a Julio César y a menudo se comparaba con él. Napoleón estudió las tácticas militares de César y buscaba emular su éxito como líder y conquistador. Aunque no hay una cita exacta que diga "algún día seré como César," su admiración y ambición por seguir sus pasos son bien documentadas.
  3. Churchill diciendo "Algún día seré como Napoleón":

    • Winston Churchill tenía una gran admiración por líderes históricos y a menudo se veía a sí mismo en la tradición de grandes estadistas. Sin embargo, no hay una fuente verificable que registre a Churchill diciendo exactamente que quería ser como Napoleón. Churchill era un historiador y escritor prolífico, y es más probable que haya expresado su ambición y admiración de maneras más matizadas.
  4. Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes 

    Impresionado por la indiferencia y la autosuficiencia de Diógenes, Alejandro supuestamente dijo: "Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes." Esta anécdota se ha interpretado de varias maneras, pero a menudo se ve como un reconocimiento de la libertad interior y la autosuficiencia que Diógenes representaba, en contraste con el poder y las responsabilidades de Alejandro.

    Esta historia ha sido contada por varias fuentes antiguas, incluyendo a Plutarco en sus "Vidas Paralelas" y Diógenes Laercio en su "Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres". Aunque no podemos estar absolutamente seguros de su veracidad histórica, la anécdota ha perdurado como un ejemplo de la admiración que incluso los poderosos podían sentir por la filosofía cínica y sus valores.

Sí, existe una anécdota famosa que involucra a Alejandro Magno (Alejandro el Grande) y el filósofo cínico Diógenes de Sinope. Según la leyenda, Alejandro, habiendo oído hablar de la sabiduría de Diógenes, quiso conocerlo en persona. Cuando Alejandro se acercó a Diógenes, quien estaba descansando al sol, le preguntó si había algo que pudiera hacer por él. Diógenes, en su estilo característicamente despectivo, simplemente respondió: "Sí, apártate, me tapas el sol."

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