En nuestra comunidad familiar, nos vemos constantemente impactados por los cambios exógenos que ocurren a nuestro alrededor. Estos cambios son el resultado de acciones y influencias externas que nos llegan desde diferentes agentes y fuentes. Durante la década de 1995 a 2010, presenciamos la masificación de los teléfonos celulares, y esto tuvo un profundo impacto en nuestra familia. La comunicación entre nosotros se volvió constante, y ahora todos estamos conectados a través de la red social Facebook. Nos enteramos de todo lo que sucede en nuestra pequeña comunidad de 83 personas, ya que nada pasa desapercibido.
Este fenómeno de cambios exógenos está presente en nuestras vidas debido a las acciones llevadas a cabo por agentes externos. Nuestro entendimiento de estos cambios va más allá, pues los vemos como cambios endógenos, resultado de nuestras propias acciones como colectividad. Incluso aquellos miembros mayores que en un principio se mostraban reacios a la tecnología, ahora se han sumado a las redes sociales, formando parte de la élite de nuestra comunidad.
Además de los avances digitales, también
experimentamos intercambios físicos de mercancías dentro de nuestra comunidad.
Las decisiones de consumo están estrechamente ligadas a nuestra red de relaciones.
Por ejemplo, una de nuestras tías produce deliciosos productos panificados y
cuenta con un grupo de clientes leales dentro de la comunidad.
Nuestra comunidad abarca un área geográfica
amplia, que se extiende desde la Patagonia hasta los Estados Unidos, pasando
por diferentes provincias de Argentina. Durante las vacaciones, los miembros de
nuestra familia recorren estas distancias, creando una red eficiente que nos
permite ayudar a aquellos que están en situaciones desfavorables o resolver dificultades.
En momentos difíciles, como la pérdida de mi padre en medio de la crisis social
del país en 1999, nuestra comunidad familiar se unió y asumió los gastos del
sepelio, demostrando una vez más nuestra solidaridad interna.
Dentro de nuestra comunidad, también vemos
cambios de tipo descendente. Estos cambios emergen como resultado de acciones
planificadas por élites internas o externas al sistema. Los miembros mayores de
60 años, a quienes consideramos nuestros tíos y tíos abuelos, desempeñan un
papel de liderazgo en asuntos de asistencia. Su influencia es aceptada y
valorada por el resto de los miembros de la comunidad. Las necesidades de
empleo se ofrecen y distribuyen dentro de nuestra comunidad, y todos tienen la
oportunidad de expresar sus opiniones y puntos de vista.
En este sentido, los trabajos teóricos de
Anthony Giddens, Manuel Castells, Marshall McLuhan, Niklas Luhmann y Michel
Foucault cobran relevancia. Sus ideas sobre la estructuración social, la
transformación de las sociedades contemporáneas a través de la comunicación en
red, el papel de los medios de comunicación, los sistemas sociales y el poder
en las estructuras sociales, resuenan en nuestras experiencias y nos ayudan a
comprender los cambios y dinámicas que experimentamos.
Para concluir , en nuestra comunidad nos
encontramos en constante interacción con los cambios exógenos que nos rodean.
Estos cambios, impulsados por fuerzas externas, se convierten en cambios endógenos
a medida que los asimilamos y respondemos a ellos como colectividad. A través
de la tecnología, los intercambios económicos, las relaciones familiares y los
liderazgos internos, nos adaptamos y creamos una comunidad sólida y resiliente.
Pablo Barreto.
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