Buscar este blog

jueves, 16 de febrero de 2017

La cultura del éxito , medido en dinero


He leído debo, confesarlo. El libro de E.L. JAMES CINCUENTA SOMBRAS DE GREY. Y desde un punto de vista sociológico he hallado una profunda idea.  La idea mesiánica del predestinado. Será que la autora se basó en la vida de alguno de los millonarios que hay en el capitalismo. Todos y cada uno tienen su épica. Tal vez, lo que más lamento es que son las jóvenes, adolescentes que suelen leerlo se llevan una idea falsa de la vida . Acá quiero ser claro no tengo una consultora, pero he visto en la calle a no menos de 10 chicas leyéndolo.  Y me pico la curiosidad, el saber por qué era tan interesante para ellas.  En estos tiempos de la ceocracia . Y el neo liberalismo . Es normal encontrar súper héroes del capitalismo. Como sociedad estamos inmersos en la cultura del éxito, medido en dinero . Así vemos a millonarios como Steve Jobs , y todas las historias atadas a su éxito . Pero también hay millonarios como Carlos Tévez o Lionel Messi .  Pero volvamos a el señor Grey que piensa que todo tiene un precio . Por un lado tiene  a su cargo 40 mil empleados . Que sin su talento quedarían en la calle . Y además es un mecenas de la arte y la educación . Sus amigos dirán de él que no tiene corazón en los negocios . Y ante los ojos de Anastasia es un mega triunfador “Muy joven. Y atractivo, muy atractivo. Alto, con un excelentísimo traje gris, camisa blanca y corbata negra, con un pelo rebelde de color cobrizo y brillantes ojos grises” cita textual Maldita sociología , así que tanto para anastasia como para Grey . Él es el triunfador . No será que los 40 mil empleos habrán hecho algo para ponerlo en sus silla . La idea que la autora tiene de como debe ser Grey se asemeja en todo salvo en un detalle a la casa play boy . Un castillo lleno de blondas conejitos . Claro que el original . Hugh Hefner es un anciano y ella lo reemplaza por un joven de 30 y pico . Esto párese algo recurrente ya que la protagonista acude a un entrevista, donde conocerá a Grey como una colegiala con coleta en el cabello . Si uno se toma el trabajo de ver los cómic de la década del 50 y 40 . Sobre todo el norteamericano . La idea de el millonario y la mucama es muy repetido. Pero ahora en tiempos mas recientes esa idea se reemplazó por la colegiala . Los uniformes de colegiala en las tiendas de lencería esta siempre presentes.  Ana es un estudiante de clase media. Esa clase media que ve a los pobres como algo lejano. Al toparse con un Mega triunfador. No puede dejar de pensar en él. Y cosa rara sus circulo inmediato de amigos comienzan a caer ante este mega triunfador. Podríamos hablar de Alfred Schütz. "el otro me define”. No importa cuánto trate de no pesar en Grey. Sus amigos y amigas insistirán en que piense en él. ¿por qué? Nunca queda claro. ¿para su felicidad ?,¿para su desarrollo profesional?  Pero lo más interesante del libro es el contrato. Un contrato de esclavitud sexual en donde queda claro que se violentaran los derechos de anastasia.  La autora aborda el tema con la premisa de que se puede someter la libertad individual a un contrato. En particular esta este hecho, muy común en el capitalismo. Desde joven he oído la pregunta. Como es posible. Cuantas veces han oído en las noticias que ocurre algún hecho policial en un taller clandestino. Y descubrimos. Que había personas en condiciones de esclavitud. Como hay gente excluida del sistema que acepta voluntariamente ese sometimiento. Es casi como si se esclavizaran a sí mismos. Recuerdo una anécdota en mi trabajo. Donde firmaba un recibo de sueldo por importe y se me pagaba un 25 % menos. Yo reconozco que acepte esa situación por muchos años. Pero un día acudí a la justicia he hice una causa judicial. Y ni hablar de cómo los punteros políticos se quedan con el 50 % del subsidio que reciben del estado aquellos que forman parte de sus agrupaciones o movimientos, es como que somos libres de aceptar el abuso. Pero es más difícil hacer respetar nuestro derecho recordemos a Emile Durkheim “La verdadera libertad individual no consiste, pues, en la supresión de toda reglamentación, sino que es el producto de una reglamentación, porque esta igualdad no emana de la naturaleza.”  Ese es el eufemismo de toda sociedad capitalista. No es que yo te obligue a nada vos aceptaste. Así como se acepta que trabajes 16 horas. Así como aceptaste que te encierre en el taller textil. No hay un amo. Pero si alguien que se somete a ser esclavo. Y en el caso del libro, a Ana no solo se le someterá, sino que le gusta hacerlo. Todo un símbolo de la cultura de occidente. Te voy a violar azotar y lastimar, pero te va gustar.  Creo que esto es lo que más me molesta de este libro. La cultura de goce la seducción del capitalismo 

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por compartir este artículo a través de la red social Venezolana Manifies.to no he leído el libro aún, pero creo que su punto de vista es muy interesante, me ha animado a leerlo.

La Fragilidad de la Condición Humana

  En la antigua Grecia, vivía un inventor y artesano llamado Dédalo, conocido por su gran habilidad y creatividad. Dédalo fue contratado por...