Halloween y el Día de Todos los Santos o Día de los Difuntos son celebraciones que, aunque a menudo se confunden o se consideran similares, tienen orígenes y significados diferentes. A continuación, te explico la historia detrás de cada una de estas fechas:
1. Halloween: Orígenes y evolución
Origen celta: Samhain Halloween tiene sus raíces en la antigua festividad celta de Samhain, que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno en la cultura celta, celebrado el 31 de octubre. Para los celtas, era una época en la que el “velo” entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus cruzaran al mundo terrenal. Durante Samhain, se encendían hogueras y se usaban máscaras para ahuyentar a los espíritus malignos que, según creían, podían vagar entre los vivos.
Adaptación cristiana y el nombre “Halloween” Con la llegada del cristianismo a las tierras celtas, la festividad de Samhain fue absorbida en la celebración cristiana de la Víspera de Todos los Santos, que en inglés se conocía como All Hallows’ Eve. Con el tiempo, esta expresión se contrajo y evolucionó hasta convertirse en “Halloween”.
Tradiciones modernas y expansión Durante los siglos XVIII y XIX, los inmigrantes irlandeses llevaron la tradición a América del Norte, donde evolucionó y adoptó muchas de las prácticas que conocemos hoy. Los niños comenzaron a disfrazarse y pedir dulces, lo que originó la práctica del trick-or-treating o “dulce o truco”, y las calabazas talladas, que representan a “Jack-o’-lantern”, un personaje de leyenda que engañó al diablo.
2. Día de Todos los Santos y Día de los Difuntos: Origen cristiano
Día de Todos los Santos El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una festividad cristiana que comenzó en el siglo IV. Fue designada para honrar a todos los santos, conocidos y desconocidos, y a los mártires de la fe. Se estableció en esta fecha para absorber parte de las celebraciones paganas de Samhain, lo que también ayudó a difundir el cristianismo en las tierras celtas.
Día de los Difuntos El Día de los Difuntos o Día de los Muertos, celebrado el 2 de noviembre, es una festividad centrada en recordar y rezar por los fallecidos, en particular aquellos que aún podrían estar en el purgatorio. Surgió en la Edad Media, impulsada por monjes y la Iglesia Católica, con la idea de orar por las almas que necesitaban purificación para alcanzar la paz eterna. En muchos países, esta fecha incluye visitas a los cementerios, colocación de flores en las tumbas y ofrendas.
Día de Muertos en México: una adaptación sincrética En México y algunas zonas de América Latina, el Día de los Muertos incluye elementos indígenas precolombinos, como altares con ofrendas, decoraciones con flores de cempasúchil y elementos de bienvenida a los difuntos, creando una festividad única que honra la vida y la muerte, celebrando el regreso temporal de las almas de familiares fallecidos. Esta tradición, que varía según la región, es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Diferencias principales
- Orígenes: Halloween es de origen celta-pagano, mientras que el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos son de origen cristiano.
- Fecha: Halloween se celebra la noche del 31 de octubre, el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre y el Día de los Difuntos el 2 de noviembre.
- Temática: Halloween suele centrarse en lo “sobrenatural” y es una fiesta más lúdica y comercial, mientras que el Día de los Difuntos es una fecha solemne en la que se recuerda y se honra a los seres queridos fallecidos.
Ambas celebraciones representan diferentes maneras de enfrentar la muerte y recordar a quienes han partido, integrando creencias y tradiciones de épocas y culturas distintas.