miércoles, 11 de septiembre de 2024

Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) fue un pintor italiano del Renacimiento

 Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) fue un pintor italiano del Renacimiento, conocido por sus retratos únicos formados por composiciones de objetos como frutas, verduras, flores, animales y libros. Estas representaciones simbólicas y detalladas, que en su conjunto formaban figuras humanas, lo hicieron destacar en su época.

Arcimboldo trabajó como pintor de corte para los Habsburgo en Viena y Praga, creando retratos inusuales que combinaban lo grotesco con lo ingenioso. Su serie más famosa es la de "Las Estaciones", en la que cada estación del año está representada por una figura humana compuesta por elementos naturales asociados con esa época.

Aunque fue popular en su tiempo, su obra cayó en el olvido tras su muerte, pero fue redescubierta y apreciada por los surrealistas en el siglo XX, quienes lo vieron como un precursor del arte moderno debido a su enfoque imaginativo y fantasioso.

Su estilo y técnicas siguen siendo admirados por  su innovación y originalidad.

Su serie la cuatro estaciones 

Metáfora del hombre y el mundo: Las obras de Arcimboldo son un reflejo de la relación del hombre con la naturaleza. Al componer rostros humanos con elementos naturales, insinúa que la humanidad está intrínsecamente ligada a los ciclos naturales.

Verano: Compuesta de frutas y plantas maduras, representa la abundancia, la riqueza de la vida y la plenitud.

Invierno: Formada por ramas secas y raíces, es una representación de la vejez, la decadencia y la quietud de la naturaleza.

Otoño: Retratada con uvas, calabazas y productos de la cosecha, simboliza la madurez, la transformación y la recolección de frutos.

Primavera: Hecha de flores y brotes, simboliza juventud, vitalidad y el renacer de la naturaleza.

"Las Cuatro Estaciones" de Arcimboldo es tanto una celebración del ciclo natural de la vida como una reflexión sobre la relación simbiótica entre la humanidad y el mundo natural, presentada con gran creatividad y detalle.



 





martes, 10 de septiembre de 2024

La Batalla de Maratón: El Triunfo de Atenas que Cambió la Historia

 La Batalla de Maratón: El Triunfo de Atenas que Cambió la Historia

La Batalla de Maratón, ocurrida en el año 490 a.C., fue un enfrentamiento decisivo entre las fuerzas de la ciudad-estado de Atenas y el Imperio Persa. Este conflicto no solo representó una victoria militar crucial para los griegos, sino que también marcó el inicio de una serie de eventos que definirían el futuro de la civilización occidental.

Contexto Histórico

La batalla fue el resultado de la primera invasión persa a Grecia, liderada por el rey Darío I, quien buscaba vengar el apoyo de Atenas a las colonias jónicas durante la revuelta contra el dominio persa. Los persas, conocidos por su vasto y poderoso ejército, llegaron a la llanura de Maratón, ubicada a unos 42 kilómetros de Atenas, con el objetivo de aplastar a la resistencia griega y someter a las ciudades-estado helénicas bajo su control.

Atenas, conociendo la magnitud de la amenaza, envió al corredor Fidípides a Esparta para solicitar ayuda. Aunque los espartanos no pudieron responder inmediatamente debido a sus celebraciones religiosas, los atenienses, junto con un pequeño contingente de Platea, decidieron enfrentar solos al gigantesco ejército persa.

La Estrategia Griega y el Desarrollo de la Batalla

A pesar de estar en desventaja numérica, los griegos, liderados por el general Milcíades, idearon una estrategia audaz. En lugar de enfrentarse frontalmente a la fuerza persa, utilizaron la formación de la falange, con un centro debilitado y flancos reforzados, para envolver a los persas en un movimiento de pinza. Esta táctica fue clave para desestabilizar las líneas enemigas y evitar que los persas usaran su caballería de manera efectiva.

El resultado fue una victoria rotunda para Atenas. Los persas, sorprendidos por la resistencia y la disciplina de los griegos, sufrieron bajas significativas, mientras que las fuerzas helénicas lograron proteger su ciudad y mantener su independencia. La batalla terminó con la retirada persa y consolidó la confianza de los atenienses en su capacidad para defender su libertad.

El Legado de Maratón




La Batalla de Maratón no solo fue importante por su impacto inmediato, sino que también tuvo consecuencias de largo alcance en la historia de Grecia y del mundo occidental. Este triunfo fue un símbolo del poder de la unidad griega y el valor de la democracia frente a las autocracias imperiales.

El héroe más recordado de esta gesta es Fidípides, quien, según la leyenda, corrió desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria con la palabra "¡Niké!" (Victoria), antes de caer muerto por el agotamiento. Su hazaña dio origen a la moderna carrera de maratón.

En resumen, la Batalla de Maratón fue un momento crucial en la historia antigua. No solo aseguró la supervivencia de Atenas, sino que también permitió que la civilización griega floreciera, sentando las bases de muchos de los principios políticos, filosóficos y culturales que han influido profundamente en la historia de la humanidad.

Fidípides: La Legendaria Carrera que Inspiró el Maratón

 • Fidípides, un soldado ateniense y hábil corredor, fue protagonista de una de las historias más legendarias de la antigua Grecia. En el año 490 a.C., los persas invadieron Grecia, y Fidípides fue enviado desde Atenas a Esparta para solicitar ayuda militar. Recorrió aproximadamente 240 kilómetros en tan solo dos días, mostrando una resistencia física extraordinaria. Sin embargo, los espartanos no pudieron asistir de inmediato, lo que llevó a los atenienses a enfrentar solos la Batalla de Maratón.



• Tras la victoria ateniense en Maratón, Fidípides fue enviado de nuevo, esta vez corriendo desde el campo de batalla hasta Atenas, a unos 42 kilómetros de distancia, para anunciar el triunfo. Al llegar, exhausto y al borde de la muerte, pronunció la famosa frase: "¡Niké!" (Victoria), antes de desplomarse y fallecer. Su hazaña inspiró la creación de la carrera de maratón en los tiempos modernos, convirtiendo a Fidípides en un símbolo de resistencia y sacrificio.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Submarino Alemán en Mar del Plata

 A las 7 de la mañana del 10 de Julio de 1945, la silueta de un submarino, cuyo perfil no se asemejaba al de las naves argentinas, emergió sorpresivamente a pocos cientos de metros de algunos pesqueros costeros, y a una distancia de una milla y media del puerto de Mar del Plata. De inmediato, del puente del sumergible comenzaron a observarse destellos luminosos con la finalidad de contactarse con las autoridades navales. Algunas horas antes, la tripulación del submarino alemán tipo U-530 había arrojado al mar el armamento principal de cubierta, los torpedos, el equipamiento electrónico, las claves y el libro de bitácora.

El capitán de corbeta Ramón Soyuz, comandante del submarino "Salta", al mando de la Base Naval de Mar del Plata en ese momento, autorizó el ingreso de la nave alemana, que a marcha muy lenta amarró en la Dársena de Submarinos, cerca del Guardacostas "Belgrano". El comandante del U-530, teniente de navío Otto Wehrmut, de sólo 25 años, formó en cubierta a sus 54 subordinados, cuyas edades oscilaban entre los 19 y 24 años, casi todos indocumentados.
Interrogados
Según las crónicas de la época, los marinos estaban "barbudos y con aspecto demacrado". Wehrmut, había sido designado comandante de la nave en el mes de enero de 1945 ya que desde septiembre de 1944 se había desempeñado como primer oficial. De inmediato se procedió a la identificación de los marinos alemanes y a un primer interrogatorio facilitado por el conscripto argentino de ascendencia alemana Ecker.
El U-530, en la Base Naval de Mar del Plata rindiéndose el 10 de Julio de 1945 - Foto extraida de Fotos de Familia del Diario La Capital
Según lo informado por el capitán, el U-530 había zarpado de la base de Kiel el 19 de febrero y luego de un reaprovisionamiento en Kristiansand, fueron informados del fin de la guerra cuando estaban rumbo a las costas de Nueva York. Concluidos los interrogatorios, Otto Wehrmut, firmó oficialmente la rendición y el pabellón argentino fue izado en el mástil del submarino. “A fines de la 2ª Guerra Mundial, en 1945, dos submarinos alemanes se rindieron en la Base Naval de Mar del Plata. El 10 de Julio de 1945 se rindió el U-530, con su tripulación de 54 hombres comandada por el Oberleutnant Otto Wermouth; el 17 de Agosto se rindió el U-977, con 31 hombres bajo el comando del Oberleutnant Heinz Zchaffer. Aca se observa oficiales argentinos y alemanes en la torreta del submarino luego de la rendición -Foto extraida de Fotos de Familia del Diario La Capital
El U-530 zarpó del puerto de Mar del Plata el 15 de julio, remolcado por el ARA "Ona" y escoltado por los destructores ARA "Misiones" y ARA "San Juan", con destino a Río Santiago, donde posteriormente, sería abordados por 33 estadounidenses, llegados por vía aérea. La tripulación alemana fue internada provisoriamente, en la isla Martín García, para luego viajar a los EEUU a fin de ahondar en los interrogatorios.







sábado, 7 de septiembre de 2024

El Yo y las Instituciones




Cada uno de nosotros está sujeto a nuestra propia naturaleza y nuestros instintos. Desde nuestra más tierna infancia, comenzamos a construir el "yo", moldeado por nuestras experiencias y el entorno. Hace poco, charlaba con un amigo que acaba de ser papá, y él describía cómo su hijo es un pequeño dictador que lo gobernará hasta que logre domesticarlo. Un bebé es tal vez la expresión más auténtica del ser humano; pensemos en la frase: "todos nacemos desnudos, todos somos iguales". Esto no es ningún secreto.

La forma en que construimos y damos sustancia a la palabra "yo" es parte del maravilloso proceso de la vida. Los hábitos que se nos inculcan desde pequeños, las palabras que escuchamos, van modelando nuestro ser. Las palabras son sonidos mágicos que captan nuestras sensaciones y sentimientos, moldean nuestros recuerdos y modifican nuestro entorno. Son una parte fundamental de la sustancia del "yo".

La colonización del Yo 



Una vez que logramos establecer un código de comunicación con los demás seres de nuestro entorno, damos el primer paso hacia la colonización del egoísmo del "yo". A partir de ahí, ya no podremos afirmar que "soy el que soy" por mi propia voluntad, sino que seremos el fruto de nuestro entorno. Inconscientemente, habremos dado el paso que nos integra con los demás, porque el ser humano es gregario, comunitario, y colectivo, resultado de quienes lo rodean y lo antecedieron.

El "yo" es, entonces, producto de otros "yo" que ya no están, pero gravitan sobre nosotros como si estuvieran. Un hombre es lo que los demás creen que es, lo que sus ancestros dejaron para él y lo que él interpreta de sí mismo.

Las instituciones y el Yo



Cada vez que interpretamos una idea y aprendemos de ella, lo hacemos dentro de un parámetro establecido. Las instituciones educativas, a través de sus métodos pedagógicos, van modelando al ser humano. Durante el primer gobierno de Roca, se promovió la inmigración europea. Sin embargo, en su segundo gobierno, surgió la preocupación por la pérdida de los valores y tradiciones argentinas, producto del fenómeno inmigratorio.

Se utilizó la escuela para reeducar al ser nacional y devolverle sus tradiciones y cultura, propias de la Pampa Húmeda. Esta reeducación eliminó otros "yo", como la cultura de los pueblos originarios, generando consecuencias funestas para toda la sociedad. Se borró el idioma materno, rompiendo la interrelación entre padres e hijos. Cito el caso de mi abuela, hija de alemanes, que no hablaba alemán.

Este fenómeno de hacer borrón y cuenta nueva se ha repetido constantemente en nuestra historia. Cada grupo lucha por sus propios intereses, creando un ser nacional ficticio, hijo de las instituciones. Este ser de laboratorio siempre estará en pugna con el "yo" auténtico, propio de las circunstancias y tradiciones.

Conflictos del Yo

Un ejemplo de esta pugna es cuando en la secundaria los alumnos varones tenían prohibido llevar el cabello largo, y si se negaban a cortarlo, eran expulsados. El "yo" individual entraba en conflicto con el "yo" simplificado por la institución.

Otra institución que moldeó el "yo" fue el servicio militar obligatorio. En el libro de Osvaldo Bayer, Los sucesos de la Patagonia trágica, se relata cómo colimbas (soldados conscriptos) fusilaron a 5000 obreros. Me pregunto, ¿cómo logra un buen chico convertirse en un fusilador? Bayer cuenta el encuentro con dos de estos colimbas: uno orgulloso de su acción y otro que rompió en llanto de arrepentimiento.

Yo también fui conscripto de la Armada y pude ver cómo se eliminaba nuestra individualidad: nos cortaron el cabello, nos quitaron nuestra ropa y nos igualaron, pero en el sentido perverso de la palabra, pues no se acabó con las injusticias, sino con el individualismo.

Las corporaciones y el control del Yo



En la actualidad, los medios de comunicación, las corporaciones, actúan como grandes entidades de disciplinamiento del "yo". Usan herramientas como la publicidad para lograr sus cometidos, moldeando nuestras conciencias, recuerdos y sociedades. Las personas son lo que los demás creen que son, y los medios tienen el poder de definir esa percepción.

¿Cómo logran los medios disciplinar incluso a gente culta e inteligente? Este fenómeno es tan poderoso que la única solución parece ser la creación de más medios para tener más voces. Sin embargo, el problema persiste.

Conclusión: El Yo en la sociedad

"Quien soy yo", le preguntó Moisés a Dios, y Dios respondió: "Yo soy el que soy". Jesús también dijo: "Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estaré". El "yo" necesita de los otros para manifestarse, y somos fruto de las instituciones a las que estamos relacionados, consciente o inconscientemente.

Recuerdo una vez en la facultad cuando el profesor nos pidió que dijéramos en voz alta por quién votaríamos en las elecciones de 1995. De los 30 presentes, 27 dijeron que votarían por Bordón Álvarez. Luego, nos pidió que hiciéramos la votación en secreto, y Menem ganó con 16 votos. ¿Qué cambió? No queríamos reflejar ante los demás lo que realmente deseábamos. Los medios trabajan constantemente para lograr este tipo de manipulación del "yo", buscando imponer un discurso dominante.