
En la calle en penumbras, donde el silencio se posa,
un amor no concretado danza en sombras tenebrosas.
Las luces titilan, susurros del pasado,
en cada rincón olvidado, queda un sueño no logrado.
La bruma acaricia las piedras desgastadas,
la vida murmura historias no contadas.
Un corazón se detiene, busca entre las sombras,
y cada paso incierto, en el eco se asombra.
Los espejos de las ventanas reflejan esperanzas,
en los suspiros guardados, en las noches de lanzas.
Un amor perdido, en los pliegues de la noche,
se entrelaza con el tiempo, y en la memoria se derroche.
La vida siempre vuelve a esa calle sin retorno,
donde el deseo se encuentra con el invierno eterno.
En cada paso dado, en cada esquina vacía,
la nostalgia murmura, y el alma aún se enfría.
La calle en penumbras guarda un secreto añejo,
donde el amor no concreto sigue siendo un reflejo.
La vida regresa, y el corazón vuelve a soñar,
en el sendero de sombras, donde el amor no puede alcanzar.