Vaya con Shylock, el malvado malvadísimo de ‘El mercader de Venecia’, obra de teatro escrita por William Shakespeare a finales del siglo XVI.
«Me ha infamado, y me ha impedido ganar medio millón; se ha reído de mis pérdidas, ha insultado a mi raza, ha estropeado mis tratos, ha enfriado a mis amigos, ha colaborado con mis enemigos: y ¿por qué razón? Soy judío. Un judío ¿no tiene ojos? ¿No tiene un judío manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No se alimenta con la misma comida, no es herido por las mismas armas, no está sujeto a las mismas enfermedades, no se cura por los mismos medios, no se enfría y se calienta con el mismo invierno y el mismo verano que un cristiano?». Y aún tres frases más, muy simples, muy ciertas: «Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no reímos? Y si nos ofendéis, ¿no nos vamos a vengar?»
¡Ah, la sabiduría de Shylock! 📜 Un tipo que, con un toque de ironía, nos recuerda que todos somos humanos, sin importar si preferimos la Navidad o el Hanukkah. 🎄🕎 ¿Te pica la piel? Yo también. ¿Te ríes cuando te hacen cosquillas? Bienvenido al club. ¿Sangras cuando te pinchan? ¡Sorprendente! Resulta que todos estamos cortados con la misma tijera... ¿Entonces por qué seguimos usando tijeras distintas para medirnos? 🤷♂️
Un monólogo que, entre risas y sarcasmo, nos deja claro que no importa de dónde vengas o en qué creas, al final, todos compartimos lo mismo: la capacidad de sentir, de reírnos y, claro, de buscar venganza cuando las cosas no van bien. Porque, al fin y al cabo, ¿no es la vida una tragicomedia shakespeareana en la que todos estamos jugando el mismo papel?
Vamos, que al final somos más parecidos de lo que nos gusta admitir. ¡Feliz lunes, humanos del mundo! 🌍💪 #Shakespeare #ElMercaderDeVenecia #IroníaHumana