viernes, 2 de mayo de 2008

Trazados


Resumen
Bermejo, Federico Alejandro
Tolini, Diego Javier
Desde mediados del siglo XX, la noción de intersubjetividad ha ido adoptando una importancia cada vez mayor en el campo del psicoanálisis. Si bien es posible encontrar, con anterioridad a la obra de Lacan, ciertos esbozos poco articulados de esta noción (entre los que destacan, de manera fundamental, los aportes de Winnicott), no es sino con el propio Lacan que el concepto de intersubjetividad comienza a formalizarse de manera rigurosa y sistemática dentro del psicoanálisis. Ya a partir de la década de 1950, Lacan comienza a referirse asiduamente a la noción de intersubjetividad y al lugar que la misma ocuparía en la experiencia analítica. Estas referencias abundan en sus escritos de la referida década pero además en sus dos primeros seminarios publicados, seminarios que, en su conjunto, ocupan el período de 1953-1955.

Este proyecto partió de la siguiente inquietud: ¿Cómo Lacan introduce el concepto de intersubjetividad en su obra y, de manera más importante aún, en el campo del psicoanálisis? Para responder a esta pregunta nos situamos en su primer seminario, donde la cuestión de la intersubjetividad es trabajada con una rigurosidad que trasciende la mera referencia aislada. Allí encontramos que la primera vez que aparece el término intersubjetividad -el 7 de enero de 1954, en la tercera clase que dicta sobre los escritos técnicos de Freud-, éste pasa a designar cierto tipo de campo establecido entre el paciente y su analista. Aquí, Lacan se halla en diálogo con Annie Reich, o en rigor, por intermedio de ella, con toda la escuela inglesa de psicoanálisis, diálogo que no tiene otra finalidad que la de refutar el dispositivo técnico llevado adelante por dicha escuela a partir de cierta interpretación apócrifa (de acuerdo a Lacan) de la obra de Freud, en particular de su segunda tópica. En este contexto, Lacan identifica, para denunciar, una técnica asentada en el hic et nunc, en la interlocución presente, dada entre el analista y el paciente, donde la interpretación se dirige de ego a ego, o de égaux égaux. Aquí es entonces donde Lacan habla, por vez primera en sus seminarios, del "campo intersubjetivo" establecido entre los dos componentes de la relación analítica, de un campo, en rigor, intersubjetivo e imaginario. De modo que lo que Lacan introduce por vez primera en sus seminarios es una noción que no es frecuentemente considerada en los estudios de la intersubjetividad en Lacan, una noción que queda relegada por el peso de lo simbólico en la doctrina lacaniana, pero que, no por esto, debemos dejar de tomar en consideración. El mismo planteo de Lacan nos lleva a reconocer la importancia de la intersubjetividad imaginaria; esto es lo que Lacan comienza por introducir en sus seminarios. Surge a partir de esto la necesidad fundamental de distinguir esta intersubjetividad imaginaria de la intersubjetividad simbólica, esa intersubjetividad "radical" de la que Lacan dice que es preciso reconocer desde un origen, y sin cuyo aporte se vuelve imposible pensar lo esencial de la experiencia analítica.
Para introducir esta noción Lacan se sirve en su seminario de los años 1953-1954 de dos interlocutores privilegiados: en primer lugar, de Balint, cuya noción de primary love le sirve para refutar la noción de "relación de objeto"; y en segundo lugar, de Sartre, pero no esta vez  para refutarlo sino para servirse de él a los efectos de recuperar el registro de la intersubjetividad en psicoanálisis. Llegados a este punto, nuestro proyecto se orienta hacia una de estas relaciones en las que Lacan se apoya para introducir la intersubjetividad, la relación Lacan-Sartre; y de la complejidad que es preciso reconocer como propia de esta relación, nos situaremos en un punto específico para determinar la legitimidad de una cierta aproximación conceptual que someteremos a análisis.
Hemos constatado que los proyectos del Lacan de la década de 1950 y del Sartre de La trascendencia del ego se aproximan al menos en un punto, a saber: en la intención de "purificar" un plano trascendental (el sujeto en Lacan y la conciencia irreflexiva en Sartre) de una estructura objetiva y trascendente, el ego. Establecer esta diferencia de planos o registros es indispensable para comprender la noción lacaniana de intersubjetividad y la distinción entre una intersubjetividad simbólica y otra imaginaria. Así, y dado que Lacan comienza planteado la inadecuación técnica de la intersubjetividad imaginaria, nos situaremos en este plano, es decir, el de la relación de ego a ego, o de igual a igual, para establecer si es legítimo plantear una proximidad conceptual entre las nociones lacaniana y sartreana de ego. ¿Qué entiende Lacan por ego, por esa "función" que se instala en el seno del vínculo imaginario con un otro semejante? ¿Qué entiende Sartre por ego, por ese objeto que, desde afuera, se le presenta a la conciencia trascendental? ¿En qué puntos -o en qué puntos no- sería admisible aproximar la noción lacaniana de ego, noción indispensable para pensar aquella dimensión imaginaria de la intersubjetividad, con la sartreana? Estas preguntas son las que se propondrá responder el presente proyecto. 

Los proyectos del Lacan de los años ´50 y del Sartre de los ´30 se aproximan en un punto fundamental, a saber, en la intención de purificar un plano trascendental -el sujeto en Lacan, la conciencia irreflexiva en Sartre- de una estructura objetiva y trascendente, el ego. Luego de constatar que las categorías de sujeto y de conciencia irreflexiva se asemejan en una serie de aspectos fundamentales, nos preguntamos qué relación podía establecerse entre las respectivas nociones de ego. Nos insertamos, de este modo, en el campo de los debates que a este respecto existen, debates de los que surgen como interlocutores principales Borch-Jacobsen, Roudinesco, Le Gaufey y, en nuestro país, Sara Vasallo, y que giran en torno a la influencia que Sartre, y en algunos casos particularmente su trabajo La trascendencia del Ego, habría tenido en Lacan en cuestiones tales como el cogito, el ego o el sujeto, y en el marco de la recepción, en la Francia de la década del ´30, de la filosofía de Husserl, de Hegel (vía Koyré y Kojève) y de Heidegger. Así es que decidimos partir de Lacan para reconstruir una noción de ego tal como surge de sus producciones desde 1936, momento de la "fallida" ponencia de Marienbad, hasta el Seminario I sobre los escritos técnicos de Freud, siendo éste nuestro punto de llegada, puesto que el proceso de constitución del yo que, ya desde 1936 constituía el objeto primordial de reflexión de Lacan, será retomado aquí en el marco de las tres dimensiones ­-imaginario, simbólico, real- que Lacan había comenzado a introducir a comienzos de los años ´50. Ya desde 1936, Lacan enfatizaba la importancia psicológica de la Gesltalt, vinculándola con el concepto freudiano de imagen, y preguntándose por la importancia constitutiva de la misma. En el texto La familia (escrito ese mismo año pero publicado dos años después), Lacan presenta las primeras líneas en su obra sobre la cuestión de la constitución del yo en el estadio del espejo, donde describe el surgimiento, a partir de la relación del niño con la imagen especular, de aquella unidad que lo fija, lo forma y lo aliena de un modo primordial. Luego de ese período de silencio que estuvo signado por la Segunda Guerra Mundial, Lacan vuelve a publicar e irá completando entonces este esquema inicial. En 1946, advierte sobre lo que será un leitmotiv en su enseñanza de los primeros años de la década del ´50, a saber, sobre el error de confundir el ego con el sujeto, o de identificarlo con una supuesta función de síntesis o con el sistema percepción-conciencia. Vincula, por vez primera, al ego con el desconocimiento, lo concibe como "forma ideal", y, a partir de ciertos ejemplos tomados de la etología, vuelve a enfatizar el poder morfogénico de la imagen: no sólo es una forma sino que además induce formas. Agrega además aquí la dimensión de la anticipación: el ego surgiría por la anticipación de una unidad en el seno de una relación o una tensión instalada entre el individuo y una imagen. El estadio del espejo aporta ciertas consideraciones relevantes acerca de la separación terminológica entre je moi.  Este texto es considerado, por lo demás, como el fundador de la función del moi. El je del título resuena con el Ich freudiano, pero además con todas las dificultades suscitadas por la traducción al francés de Husserl, tan célebre en el medio intelectual francés a partir de la década del ´30. Aquí es donde deberemos indagar la significación y el alcance de las nociones de je y de moi, pues son dispares las opiniones que a este respecto existen. Por lo demás, el estadio del espejo y las vicisitudes del yo continúan siendo descritos en términos ya familiares: prematuración, pluralidad, cuerpo despedazado, "turbulencia de los movimientos", anticipación, exterioridad, forma y "puesta en forma", individuación, unidad, totalidad, etc. Todo el Seminario I que Lacan dicta desde finales de 1953 hasta mediados de 1954 gira en torno a la necesidad de rectificar ese extravío en que cayó gran parte del freudismo al interpretar el ego del paciente como un aliado, algo a reforzar o moldear de acuerdo al ego del analista que, interviniendo en la relación analítica, constituiría la medida del ajuste normativo a la realidad. Tomando la palabra como perspectiva central, será preciso, para Lacan, hacer intervenir una dimensión trascendental que mediatice la relación dual paciente-analista. El ego, dirá Lacan aquí, está ubicado más acá del sentido de las palabras, y opera una captura alienante sobre el sujeto. Lacan lo define como un sistema que surge en el seno de una relación imaginaria con el otro. El yo, en efecto, es correlativo al otro: "el nivel en que es vivido el otro sitúa el nivel exacto en el que, literalmente, el yo existe para el sujeto". Se insiste nuevamente con lo que ya había sido afirmado durante la década del ´40, a saber, con el desconocimiento como función fundamental del ego. Función de desconocimiento, finaliza Lacan, en el análisis, por cierto, pero también en "una gran tradición filosófica": es difícil no pensar aquí en la fenomenología, y en particular en Sartre quien no en otros términos define al ego en La trascendencia del Ego (si bien, en efecto, el ego es, para Sartre, "dudoso", "falso" o "enmascarante" en relación a la conciencia, lo será por otras razones). En un origen, dirá Lacan, se trata de la "realidad pura y simple", no delimitada, no definida, caótica y absoluta: la imagen del cuerpo será lo que ofrece al sujeto la primera forma que le permite ubicar, organizar, integrar y distinguir lo que es y lo que no es el ego. Este relevamiento parcial permite delimitar las preguntas que orientarán el análisis: ¿qué es lo que hay antes del estadio del espejo y, en particular, qué es lo que se identifica con la imagen especular? ¿Cómo se da allí el proceso de constitución del ego? ¿Cuál es la naturaleza y función de este ego resultante? ¿Y, por último, cómo opera la imagen, de aquí en adelante, en la estructuración de la realidad? La misma distinción lacaniana entre un je y un moi podemos observarla en el trabajo La trascendencia del ego de Sartre, si bien con significaciones disímiles: este trabajo constituirá el tercer momento de nuestro análisis. El je y el moi sartreanos son partes de un mismo ego que -ésta es la tesis fuerte del trabajo- constituye un objeto trascendente, un objeto del mundo. El je es una presencia formal y activa, el moi, una instancia material y pasiva. Ambos son definidos como unidades, el je como unidad de las acciones, el moi como unidad de los estados y cualidades: el ego será, por extensión, la unidad (o totalidad) trascendente de las acciones y los estados, una unidad de la que también se resalta su carácter ideal (noemático), infinito e indirecto. También le asigna Sartre una función de síntesis, y de continente en relación a lo psíquico. El ego, y aquí Sartre se aproxima presuntamente a Lacan, es aquello que obstruye nuestra posibilidad de "conocernos bien", un "mirage perpetuamente decepcionante" que obliga, a los fines de auto-conocerse, a "tomar sobre sí el punto de vista del otro, es decir, forzosamente, un punto de vista falso". Más adelante, resaltará Sartre su carácter "dudoso" e incluso "enmascarante": el "poder del Genio Maligno se extiende hasta ahí". El ego es también aquí constituido: será un producto, en rigor, de lo que Sartre llama conciencia reflexiva. Deberemos indagar las sugestivas precisiones que da el texto de Sartre acerca de este proceso de constitución. Pondremos en perspectiva, en cuarto lugar, las nociones reconstruidas de ego de Lacan y de Sartre, para analizar comparativamente su naturaleza, constitución y función, y determinar si las similitudes terminológicas encontradas (jemoi, unidad, totalidad, trascendencia, idealidad, síntesis, desconocimiento, mirage, falsedad, enmascaramiento, etc.) permanecen sólo en un plano nominal o pueden ingresar en una aproximación más profunda a nivel conceptual. En este último caso, será preciso arriesgar algunas hipótesis que permitan explicar dicha aproximación eventual. Así, y llegado el caso, nos remitiremos finalmente a un análisis histórico-conceptual del que, según nos permite afirmar una primera lectura, resaltarán las figuras de Husserl (en particular las dos conferencias dadas el 23 y 25 de febrero de 1929 en la Sorbona, conferencias traducidas al francés y publicadas en 1931 bajo el título de Meditaciones cartesianas, y que gran influencia han tenido en la intelectualidad francesa de la década de 1930 en adelante) y de Hegel, vía Alexandre Koyré y, fundamentalmente, Alexandre Kojève.    


Publicaciones:

El día 27 de Agosto del presente año fue aceptada la publicación del artículo "Sartre and Lacan. Considerations on the Concepts of the Subject and of Consciousness", escrito por Tolini, D. (como investigador de la Universidad del Salvador) en coautoría con Muller, F., en el Journal of Psychoanalysis and History de la Edimburgh Univesity Press.

Texto trazados



Que Saulo y Pablo son la misma persona es algo que no pasa desapercibido al menos versado de los lectores de la Biblia. Ahora bien, ¿cómo sabemos que eso es así? Y en tal caso, ¿a partir de qué momento Saulo adopta el nombre de Pablo ?
 
            Lo cierto es que Pablo firma como Pablo veintinueve veces en las catorce cartas suyas que nos han llegado (porque como sabe bien el lector de esta columna, consta de la existencia de cartas que no nos han llegado). Ni una sola vez firma o se refiere a sí mismo, en cambio, como Saulo.
 
            Que Saulo y Pablo son la misma persona lo conocemos gracias a Lucas, que en los Hechos de los Apóstoles lo expresa con toda claridad en una ocasión, más que suficiente:
 
            “Entonces Saulo, también llamado Pablo […] (Hch. 13, 1).
 
            Ocasión que es la primera, por cierto, en la que le llama Pablo, y también la última en la que le llama Saulo, lo que tratándose del ordenado Lucas que no deja nada al albur, no puede entenderse como casual.
 
            Dicho todo lo cual la pregunta es: ¿en qué momento ocurre que Lucas empieza a llamar Pablo a Pablo y deja de llamarlo Saulo? La lectura de los Hechos permite restablecer con bastante exactitud el contexto en el que ello acontece, que coincide por ejemplo con el momento en que en Antioquía los cristianos pasan a ser llamados precisamente “cristianos”(Hch. 10, 26). Pablo acaba de ser recogido en Tarso por Bernabé:
 
            “Estuvieron juntos durante un año entero en aquella iglesia  e instruyeron a una gran muchedumbre” (Hch. 11, 26).
 
            Y pasa en Antioquía un año. Mientras Pedro es detenido y encerrado en prisión y escapa de ella, y Herodes (Agripa) hace matar a Santiago apóstol (Hch. 12, 1) para poco después morir él mismo “pasto de los gusanos” (Hch. 12, 23), Pablo vuelve a Jerusalén con Bernabé y con Marcos, para retornar después a Antioquía. Estando allí el Espíritu Santo dice: “Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los tengo llamados” (Hch. 13,2)
 
            “Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron hasta Chipre. Llegados a Salamina anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan que les ayudaba. Habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, encontraron a un mago, un falso profeta judío, llamado Barjesús, que vivía con el procónsul Sergio Paulo, hombre prudente. Éste hizo llamar a Bernabé y Saulo, deseoso de escuchar la palabra de Dios. Pero se les oponía el mago Elimas -pues eso quiere decir su nombre- intentando apartar al procónsul de la fe. Entonces Saulo, también llamado Pablo, lleno de Espíritu Santo, mirándole fijamente, le dijo […] (Hch. 13, 410).
 
            Y Lucas ya no vuelve a llamar Saulo a Pablo. Quince veces le ha llamado “Saulo”, pero desde el episodio de Chipre no lo vuelve a hacer. Un Lucas que, como ya se ha dicho arriba, es muy preciso en su escritura y nunca hace nada al albur, como demuestra por ejemplo cuando va dando a los seguidores de Cristo el nombre que van recibiendo en cada momento en una perfecta secuencia histórica (pinche aquí para conocer del tema). Así que la pregunta que dejó hoy aquí formulada es la siguiente: ¿es en Chipre donde cambia su nombre para pasar a ser Pablo?
 
            De ser eso así lo único que se puede decir a ciencia cierta es que el cambio de nombre no se produce de manera simultánea al bautismo que, en el caso de Pablo, sabemos perfectamente cuándo y dónde lo tomó, en Damasco poco después de tener la visión de Jesús, y hasta quién se lo administró:
 
            “Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: ‘Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo’ Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado”. (Hch. 9, 1718)
 
            Ahora bien, ¿quién dice que cuando Pablo se bautiza los cristianos recibieran el nombre con ocasión del sacramento iniciático? Porque lo cierto es que aún hubo de pasar mucho tiempo antes de que ello fuera así. Aunque de eso hablaremos otro día. Por hoy y como siempre, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.

Veteranos

Portaaviones Argentinos
PORTAAVIONES ARA INDEPENDENCIA
Portaaviones Livianos Clase

En los primeros años de la 2ª Guerra Mundial (1939-1945) la Royal Navy perdió 5 de sus portaaviones. En Junio de 1939 el Courageous fué hundido por un U-Boat, al año siguiente el gemelo Glorious fué hundido por los acorazados Gneisenau y Schärnhorst, el Ark Royal fué torpedeado en Noviembre de 1941, mientras que el Hermes fué hundido por un ataque japonés y el Eagle torpedeado. Al mismo tiempo el valor de los portaaviones estaba siendo realmente apreciado. En 1942 el ministerio de defensa reconoció que "El portaaviones es ahora la nave de combate más importante de la Royal Navy". Se consideró convertir buques de guerra existentes o buques mercantes, pero estas pérdidas, junto con lo largo de la construcción de portaaviones grandes, hizo que se requirieran una nueva clase de portaaviones livianos para ser construídos en grandes números, lo más rápido posible.
Esencialmente, la Clase Colossus era una versión más pequeña de la Clase Illustrious, pero mucho más capaz y sofisticada que los portaaviones escoltas. El diseño fué adecuado para reflejar la necesidad de una construcción urgente. No tendrían cubierta acorazada, defensas antiaéreas limitadas, un sólo hangar a todo lo largo del buque, una sóla catapulta y dos elevadores de aviones. Adicionalmente fueron diseñados de acuerdo a los Standards del Lloyd Register, por lo que su construcción podía ser hecha en astilleros comerciales, sacando presión a los astilleros navales ocupados en programas de construcción distintos. Se planificaron 16 buques y los cascos serían del tipo mercante, para que luego de la guerra pudieran ser convertidos en buques comerciales.

La clase Colossus fué diseñada con un desplazamiento de 18.300 toneladas y medidas de 190 mts de eslora, 24 mts. de manga y 7 de calado. Estaban diseñados con una batería principal de cuatro pompoms de 3 libras y adicionalmente 24 pompoms de 2 lbs y 19 cañones de 40 mm. La ausencia de coraza permitía espacio para 40 aviones. Cuatro calderas tipo Admiralty y turbinas Parsons darían una velocidad máxima de 25 nudos. Su tripulación sería de aprox. 1.300 hombres incluyendo el servicio aéreo.

Sólo cuatro buques estaban operativos antes del final de la guerra con un quinto en aguas inglesas. Colossus, Glory, Venerable y Vengeance se unieron a la 11ª Flota del Pacífico en Sydney. No obstante unirse a la Flota al fin de la guerra, ninguno vió acciones de guerra significativas, aunque luego de la rendición japonesa fueron utilizados para repatriar a prisioneros de guerra y disponer de aviones en prestamo bajo el lend-lease.

A corto plazo, el Warrior y el Vengeance fueron en préstamo a Canadá y Australia por breves períodos antes de ser devueltos a Inglaterra, luego entre 1946 y 1959 cinco fueron entregados a Armadas extranjeras: El Colossus fué a Francia como el Arromanches, el Venerable a Holanda como Karel Doorman, Vengeance a Brazil como Minas Gerais y Warrior a Argentina como "Independencia".
La simplicidad del diseño de la Clase Colossus permitió que sean operados por muchos años a un costo limitado. El 25 de Mayo sobrevivió hasta los 80s, mientras que Brasil operó el Minas Gerais hasta el 2001.
En la Armada Argentina

Luego de un estudio de la situación estratégica marítima de la Argentina, efectuado en 1942 y analizados los probables teatros de operaciones derivados del mismo, se arribó a la necesidad de contar con dos portaaviones, para lo que se obtuvo por la vía del decreto N° 9.006/43 del 16 de septiembre de 1943, la correspondiente autorización de compra.
La situación internacional y el estado de la inserción argentina dentro de ella demoraron esa adquisición 13 años y recién el 16 de septiembre de 1958 y por decreto 5.939/58 "S" se concretó la compra del portaaviones británico HMS Warrior, de la Clase Colossus, atendiéndosela con los fondos provenientes de las ventas de los acorazados ARA Moreno y ARA Rivadavia y del guardacostas ARA Pueyrredón.
El buque, cuya construcción finalizara en enero de 1946, no había intervenido por ello en la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en situación de reserva, de la que fuera sacado y puesto en condición de navegar por una tripulación reducida de 500 hombres, en el escaso tiempo de 10 semanas.
Rebautizado con el nombre de ARA Independencia (V-1) (POIN) como reflejo de uno de los más caros ideales nacionales y para "reafirmar la voluntad inquebrantable de los argentinos por mantenerla y afianzarla", zarpó de Portsmouth el 10 de diciembre de 1958 y entró a Puerto Belgrano el 30 de igual mes, escoltado por los Cruceros ARA General Belgrano (C-4) y ARA Veinticinco de Mayo (C-2).
Convertido en 1960 en el nuevo núcleo de la Flota de Mar, completó su tripulación y perfeccionó su alistamiento, ocupando el Muelle de Acorazados, a los cuales, con pleno derecho, suplantó. Inició sus operaciones en 1959 y el 8 de junio de ese año, despegaron y apintaron cinco aviones North American Aviation SNJ-5Cs Texan.
En 1961 visita Montevideo y en abril de 1962, el V-1 viajó a los Estados Unidos para recibir a seis aviones Grumman S2F-1 (S-2A) Trackers, dos jets F9F Cougar y dos helicópteros Sikorsky S-55. Amarrado en Norfolk se llevó a cabo la recepción de los aviones, luego inició el regreso a la Argentina y el 24 de mayo de 1962 atracó en la Base Naval de Puerto Belgrano.
A partir de 1962 el POIN participó en todas las maniobras UNITAS con la Armada de Estados Unidos y en 1967 encabezó la Revista Naval del Centenario que tuvo lugar frente a la ciudad de Mar del Plata.
En 1963 se produce la caída de un avión North American Aviation SNJ-5Cs Texan y su piloto, el Teniente de Fragata Gustavo Lara, fallece en el accidente. Ese mismo año comienzan las operaciones nocturnas de los Grumman S2F-1 (S-2F) Tracker
Durante su intensa vida operativa participó en maniobras conjuntas con unidades de la Armada de Estados Unidos, de la Marina Real Británica, de la Marina de Italia, de la Marina Francesa y de la Armada del Uruguay. También se ejercitó con unidades del Ejército Argentino, de la Prefectura Naval Argentina y de la Marina Mercante Argentina.
El Grumman S2F-1 (S-2F) Tracker 0542/2-AS-7, comandado por el Teniente de Navío Juan Salaverri, fue el protagonista del enganche número 5000 a bordo del portaaviones, en noviembre de 1967 y un año más tarde, el mismo avión fue la última aeronave en ser catapultada desde el V-1.
Después del arribo del ARA Veinticinco de Mayo (V-2) POMA en 1969, el buque pasó a reserva y fue ofrecido a la Marina de Guerra del Perú, que no lo aceptó y finalmente su desguace comenzó en octubre de 1971 en Rosario, por la firma Saric S.A. que lo adquirió en remate público en m$n 222.200.000.
HMS Venerable
Al buque construido por los astilleros Cammel, Laird Co. se le puso la quilla en gradas el 3 de diciembre de 1942, siendo botado en 23 de febrero de 1943 y terminado el 17 de enero de 1945. Pertenecía a la Clase Colossus, de la que fueron construido 10 buques. Asignado a la Royal Navy fue bautizado como HMS Venerable y enviado al teatro de operaciones en el Pacífico. con aviones Barracuda y Corsair, pero no llegó a entrar en combate en la Segunda Guerra Mundial ya que el conflicto finalizó al poco tiempo.
HMNS Karel Doorman
El 1 de abril de 1948, la Armada holandesa decide adquirir la nave, al que renombra HMNS Karel Doorman, que luego de un período de aclimatación y conocimiento del barco bastante movido, el portaaviones entró a dique seco entre fines de ese año y principios de 1949 para una reparación general. Concluida ésta, el "Doorman" efectuó varios viajes de rutina y ejercitación, incluyendo maniobras con la US Navy. A los 10 años de servicio en Holanda, el buque ingresó al astillero Feijenoord, para ser sometido a una gran reconstrucción que cambiaría en gran medida su aspecto original que permitió el uso de aviones de reacción, modificando su cubierta de vuelo y dotándolo de una potente catapulta para permitir el despegue de dichos aviones. En 1967 tuvo lugar un incendio que hizo que las autoridades holandesas decidieran retirarlo de servicio. Durante 20 años, sobre la cubierta del Doorman, se han realizado 8.668 aterrizajes y más de 8300 catapultajes.
ARA Veinticinco de Mayo
La Armada Argentina, viendo el estado general del buque, las ventajas que ofrecía la cubierta angulada, la catapulta de gran potencia y un gran número de detalles de la electrónica a bordo, resuelve y autoriza su compra por Decreto "S" N° 6568/68 del 16 de septiembre de 1968. El barco pasó por un último período de reparaciones en Holanda y tomó su comando una reducida tripulación de oficiales y suboficiales que, al mando del Capitán de Fragata Tirso Brizuela, se encontraba ya en ese país a tal fin.
El día 8 de octubre de 1969, con tripulación reducida de 350 hombres (su dotación normal alcanzaba los 1.000 tripulantes) y es bautizado como ARA Veinticinco de Mayo (V-2) (POMA) se iza el Pabellón Nacional el 3 de septiembre y parte de Rotterdam hacia aguas argentinas.
Arriba, sin novedad, a la Base Naval Puerto Belgrano el 27 de septiembre, entrando en la base al día siguiente, en que quedó oficialmente incorporado al Comando de la Flota de Mar. Ese mismo año tuvieron lugar los primeros apontajes y despegues desde su cubierta de aviones del Comando de Aviación Naval (COAN) de la Armada Argentina.
Desde 1970, el barco se constituyó en Nave Almirante de dicha Flota y participó, anualmente, en varias maniobras y ejercicios y visitó por primera vez el Puerto de Buenos Aires.
El 10 de enero de 1972 el POMA se destacó en los Estados Unidos, arribando a Nueva York el 28 de ese mes. Allí embarcó a dieciséis aviones de caza y ataque Douglas A-4Q, con munición y carga de distinta naturaleza.
Para fines de 1978 el Conflicto del Beagle pareció desembocar en un enfrentamiento armado entre ambas naciones. El POMA fue enviado a la zona encabezando una importante flota de buques de superficie y submarinos. Cuando la Operación Soberanía había sido puesta en marcha, la oportuna intervención de su Santidad, el Papa Juan Pablo II, evitó el enfrentamiento y el buque, junto a la flota desplegada regresó a la Base Naval Puerto Belgrano.
En 1982 para la Guerra de Malvinas el buque tuvo una participación activa, cubriendo con sus medios de su GAE (Grupo Aéreo Embarcado), del COAN, las operaciones del desembarco del 2 de abril. Hacia fines de abril, se diseñó un ataque por parte de sus aviones Douglas A-4Q, guiados desde los Grumman S-2 Tracker, que ya habían detectado a la flota inglesa. Diversos factores impidieron dicho ataque y ante la posibilidad de ser atacado por los submarinos de propulsión nucleares británicos, el V-2 fue replegado hacia aguas menos profundas (que imposibilitaban la operación segura de dichos submarinos). De regreso, sus medios atacaron un POSSUB (posible submarino) inglés, con resultado nunca confirmado. Su GAE atacó a las fuerzas inglesas pero operando desde bases en el territorio continental argentino. En reconocimiento por su actuación en la contienda, por Resolución COAR N ° 08/83 se ortorgó a la unidad, la condecoración "Operaciones en Combate".
Hacia fines de 1988 se dispuso un ambicioso programa de modernización del buque en el Astillero Río Santiago que incluiría el cambio de su planta propulsora y toda la electrónica del mismo. La crisis económica desatada en el primer semestre de 1989 pulverizó el presupuesto asignado, y la actualización fue abandonada. El buque no volvió a navegar operativamente.
Varias de sus piezas comenzaron a ser canibalizadas y vendidas a la Marina de Brasil, que las utilizó en su NAeL A-11 Minhas Gerais, también de la Clase Colossus, por ejemplo la potente catapulta, la que una vez instalada en el NAeL pudo operar con los Douglas A-4KW, adquiridos a Kuwait el 30 de abril de 1998.
Por resolución del Jefe de Estado Mayor General de la Armada, Carlos Saúl Menem, (BNC N° 6 del 5 de marzo de 1997 se pasó a la unidad de receso temporario para modificación o modernización a la de radiación para su venta a partir del 1 de febrero de 1997. En el 2000, finalmente, fue enviado al Puerto de Alang (India) donde fue desguazado.A continuación otros 5 portaaviones no tan conocidos con los que contó la Armada Argentina a lo largo de su historia
Salta
Construido en los astilleros Seattle-Tacoma Shipbuilding Co como USS "Jamaica", fue botado el 21 de abril de 1943.
Transferido a la Marina Real Británica el 27 de septiembre de 1943 y bautizado HMS "Shah". Operó como portaaviones antisubmarino en el Oceáno Atlántico, luego en el Pacífico y en el Mar de la India. Participó activamente en el hundimiento del U-198. Formó parte de la campaña de Burma en 1945.
Devuelto a la US Navy el 6 de diciembre de 1945, que lo dio de baja el 7 de febrero de 1946. Reconfigurado a mercante. Rebautizado como "Salta" el 20 de junio de 1947 y adquirido por la Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Participó del rescate del vapor de pasajeros griego "Lakonia". Desguazado en Buenos Aires en junio de 1966.
Artillero
Construido en los astilleros Seattle-Tacoma Shipbuilding Co como USS "Vermillion", fue botado el 27 de septiembre de 1943.
Transferido a la Marina Real Británica el 20 de enero de 1944 y bautizado HMS "Smiter". Operó como portaaviones de escolta y en funciones antisubmarinas en el Océano Pacífico.
Devuelto a la US Navy el 6 de abril de 1946, que lo dio de baja el 21 de mayo de 1946. Reconfigurado a mercante. Rebautizado como "Artillero" el 6 de abril de 1946 y adquirido por la Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Vendido como "Presidente García" en 1965. Naufragó el 13 de julio de 1967 cerca de Guernsey.
Lancero
Construido en los astilleros Seattle-Tacoma Shipbuilding Co como USS "Delgada", fue botado el 20 de febrero de 1943.
Trasladado al astillero Commercial Iron Works, en Portland (Oregon) para su adaptación final. Transferido a la Marina Real Británica el 20 de noviembre de 1943 y bautizado HMS "Speaker". Operó como portaaviones de transporte y de entrenamiento.
Devuelto a la US Navy el 17 de julio de 1946, que lo dio de baja el 25 de septiembre de 1946. Reconfigurado a mercante. Rebautizado como "Lancero" y adquirido el 22 de abril de 1947 por la Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Vendido como "Presidente Osmena" en 1965, luego revendido como "Lucky Three" en 1971 para ser desguazado en Laohsiung, Taiwán en mayo de 1972.
Coracero
Construido en los astilleros Seattle-Tacoma Shipbuilding Co como USS "St Simon", fue botado el 26 de abril de 1943.
Trasladado al astillero Commercial Iron Works, en Portland para su adaptación final. Transferido a la RN el 31 de/12/43 y bautizado HMS "Arbiter". Operó como transporte de aeronaves y luego como portaaviones de escolta en el Océano Pacífico.
Devuelto a la US Navy el 3 de marzo de 1946, que lo dio de baja el 12 de abril de 1946. Vendido a la Newport News Shipb. and Dry Dock Co que lo reconfiguró a mercante. Rebautizado "Coracero" el 30 de enero de 1947 y adquirido por la Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Vendido en 1965 como "Presidente Macapagal", luego revendido en 1972 como "Lucky Two" a desguace en Kaohsiung, Taiwán en mayo de 1972.
Corrientes
Construido en los astilleros Seattle-Tacoma Shipbuilding Co como buque mercante, fue botado el 7 de marzo de 1942.
Trasladado al astillero Willamette Iron and Steel para su adaptación final. De Clase Attacker, fue convertido en portaaviones y recibió diversas modificaciones, entre ellas turbinas a vapor.Transferido a la Marina Real Británica el 31 de enero de 1943 y bautizado como HMS "Tracker". Operó como portaaviones de escolta en el Océano Atlántico y en el Ártico antes de participar en la campaña de Normandía. Intervino en el hundimiento del submarino alemán U-355 el 4 de abril de 1944 y del U-288 dos días después.
Devuelto a la US Navy el 29 de noviembre de 1946. Reconfigurado a transporte de pasajeros. Rebautizado como "Corrientes" el 30 de enero de 1947 y adquirido por la Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A. Desguazado en el puerto belga de Antwerp en septiembre de 1964.











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Grupos amigos

Un veterano de la segunda guerra y la guerra de Malvinas , fue hundido en un ejercicio triste final de un guerrero.
El Aviso ARA “Comodoro Somellera” (A-10), Clase Sotomoyo, fue incorporado a la Armada Argentina en febrero de 1972, pero su historia no comienza allí, la misma se remonta al 15 de febrero de 1945 cuando fue botado para la US Navy como ATA-210 (posteriormente sería añadido su nombre de bautizo: USS “Catawba”) por el astillero Gulfport Boiler & Welding Works, ingresando al servicio activo el 18 de abril de 1945.
Tuvo activa participación operativa en el final de la Segunda Guerra Mundial (El Imperio de Japón se rendiría apenas 5 meses después de su entrada en servicio) siendo destacado al Teatro de Operaciones del Pacífico. Entre sus puertos de destino –siempre cumpliendo su función primaria de remolcador (tug)- pueden mencionarse Pearl Harbor (Hawai), Kwajalein (Islas Marshall), Guam y Filipinas.
n 1982, durante la Guerra de Malvinas, ambas unidades fueron asignadas a tareas de búsqueda y rescate (SAR) permaneciendo en estación frente a la boca del Estrecho de Magallanes y en la ría de Río Gallegos, realizaron algunas aisladas navegaciones en misión de rescate por el sudoeste y por el noroeste de Malvinas. El 3 de mayo el ARA “Alférez Sobral” (A-9) fue atacado en repetidas oportunidades por helicópteros de la Royal Navy armados con misiles antibuque, recibiendo averías de consideración que provocaron la muerte de ocho (8) de sus tripulantes, incluido su Comandante, el Capitán de Corbeta Sergio Gómez Roca. La magnitud de los ataques –que tornaba inverosímil que fueran absorbidos sin lograr el hundimiento efectivo del Aviso- y los movimientos del “Sobral” procurando eludirlos, hizo que los británicos afirmaran erróneamente que habían hundido, no sólo al buque mencionado sino también al “Somellera”, una versión que aunque carece de fundamento sigue presente en algunos escritos británicos (ver imágenes al pie)
A partir de 1988 el ARA “Somellera” (A-10) es desplegado al Área Naval Austral (ANAU) y designado para cumplir funciones junto a la Agrupación Lanchas Rápidas en Ushuaia, Tierra del Fuego. En 1995 regresa a Puerto Belgrano siendo asignado al Comando de la Escuadrilla Antiminado dependiente del Área Naval Atlántica (ANAT).
Su fin
La Armada Argentina llevó a cabo el Ejercicio Etapa de Mar III en el canal Beagle donde desplegó un enorme aparato de fuerza en la que participó la Aviación Naval, la Flota de Mar y la Infantería de Marina. La Base Aeronaval Río Grande también estuvo involucrada en estas maniobras donde hundieron al Aviso ARA ‘Comodoro Somellera’, gemelo del Aviso ARA ‘Alférez Sobral’, frente a la Isla de los Estados. con una inmersión en el submarino ARA ‘San Juan’, “lo que fue una experiencia inolvidable”,recientemente desaparecido
 
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Veo la forma en que apareces aquí
como un fuego y humo invisible...
Veo que llegas de tal manera como 
desaparecer de repente si lo quisieras...
Vienes y partes sin
decirme una palabra
pero resulta que eres algo
profundo e inevitable,
que me confronta
y hace todo
para ser parte de todo esto...
A veces me elevas hasta el cielo
y en ese momento cuando me reflejo en ti
comprendo el significado y la felicidad
en las cosas, que algo vale la pena
porque no tiene precio...
A veces, sin embargo, me haces
perder...donde sea que yo estoy
y me alejas de mi sueño,
sumergirse en el abismo de
falsedad, en la seguridad
de la inseguridad y de nuevo al revés...
A veces me haces defenderme
a mi y cada cosa de amor
cada punto de cualquier sueño
pero en algún momento al abrir
mi ojos, cuando estan abiertas los deslumbras
para que yo no pueda ver mi naturaleza
en el...
A veces me enseñas a luchar por
cada emoción y palpito en el corazon
para la luz y el calor allí,
pero a veces me llevas a laberintos
y al no decirme cómo salir...
esperas que yo sepa elegir cada paso...
A veces eres mi mejor amigo,
mostrándome las personas que entran en mí
pero a veces puedes ser mi mayor enemigo
y sólo tu sin tu mismo eres importante...
Por favor, ahora enseñaname que no eres algo
que tengo que odiar o amar...
Enseñame que al mirar afuera y por
el interior, adelante y detrás el malo se va
y que el bien se queda y la verdad
es precisamente ahora...
Enséñame a sufrir sin sufrimiento,
sonreír sin sonreír...
y a amar sin importar lo que
suceda... enséñame ser libertad...
Enséñame a vivir contigo y sin ti...
A llorar cuando estoy feliz...
y cuando me duele sonreír...
y incluso cuando me duele seguir...
o encontrar el momento de parar el tiempo...
Enséñame que las cosas me suceden 
cuando me suceden...
y lo importante es el significado, el sentido
la naturaleza de simplemente vivirlos...